Sentarse en un lugar cómodo,
abrir un libro y dejarse
transportar a otras épocas y lugares diferentes para vivir intensas aventuras. Si te gusta leer, seguro que más de
una vez has tenido la sensación de que las horas se escurren entre las páginas
y que el tiempo se detiene mientras descubres las historias de los
protagonistas de la narración. Y, claro, te gustaría compartir con tus hijos esta pasión total por la lectura.
Si es así, te diremos que has
empezado bien: nada mejor que predicar
con el ejemplo. Si los niños se acostumbran a verte desde pequeños con
un libro entre las manos, seguro que les entra curiosidad y ganas de hacerlo
también. Comparte con ellos lecturas
apropiadas a su edad, cuéntales cuentos y anímalos a que
sean ellos los que se inventen historias. La vas a pasar muy bien y, además,
estarás fomentando su imaginación y su
creatividad.
Y es que, a través de los
cuentos, lo niños descubren el mundo
que les rodea. Los cuentos son el lenguaje de la infancia, el que los
niños entienden mejor que ningún otro. Ellos viven en un mundo de ficción en el
que todo tiene vida propia, se identifican con personajes fantásticos y
construyen sus propias imágenes sobre la historia.
Lee
con ellos, desde pequeñitos
Son bebés, pero te escuchan, y la voz de papá y mamá aumenta su seguridad.
Además, el cambio de entonación y la repetición de palabras estimulan el
lenguaje del bebé contribuyendo a una mejor adquisición del habla meses
después, según indica la Editorial Imaginarium, que para esta fase recomienda libros con textos sencillos e ilustraciones
llamativas.
Los
libros son un juego
No dejes que la lectura se
convierta en una obligación, porque entonces lo verán como algo aburrido y poco
deseable. No insistas, deja tiempo para que les llegue por sí misma la
inquietud por leer. Proponles lecturas apropiadas a su edad: los clásicos de la
literatura están muy bien, pero no para empezar. Si asocian la lectura a
aspectos puramente académicos, como hacer fichas, resúmenes y comentarios de
texto de obras que aún no comprenden, se
perderán lo mejor de leer, el placer de sumergirse en una historia y disfrutar
de ella.
Hay un montón de libros divertidos, con historias con
las que ellos se sienten identificados y que les animarán a empezar otras lecturas al finalizar. Deja
que sean ellos los que elijan el libro: de nada sirve obligarles a leer algo
que no les interesa, pues seguramente lo dejen a mitad o lo terminen a fuerzas.
Visita
una biblioteca
Acudir con ellos a lugares
especialmente creados para la lectura, como las bibliotecas, puede ser una buena forma de fomentar el hábito en
ellos. “Son espacios con una gran variedad de propuestas que permiten al niño
explorar todas las opciones, asombrarse por la variedad y elegir una lectura
como un reto”, explica Sergio Díez, experto en animación a la lectura de los
colegios Brains. En muchas bibliotecas se ofrecen cuentacuentos y otras actividades muy divertidas para niños.
Utiliza
las nuevas tecnologías
No reniegues: tus hijos han nacido en la era
digital. Las nuevas tecnologías
ofrecen un montón de recursos interesantes que te ayudarán en tu objetivo: libros audiovisuales, ilustraciones animadas,
cuentos interactivos… lo importante es leer, da igual el soporte en el
que se haga.
Durante esta época de vacaciones encontrarás
suficiente tiempo para iniciar a los niños en la lectura. Anímate y diviértete
con ellos bajo este sol de verano leyendo en la compañía de Sandy Brisa para
encontrar frescura y diversión con los pequeños.