sábado, 26 de octubre de 2013

¿Cómo afecta el cambio de hora afecta a bebés, niños y adultos?

En la madrugada del sábado 26 de octubre al domingo 27 de octubre de 2013 el reloj se retrasa una hora para adaptarnos al horario de invierno: a las 3:00 A.M serán las 2:00 AM. El cambio de hora puede volver más irritables a los pequeños y más apáticos a los mayores. Algunas medidas ayudan a minimizar los efectos del aumento de oscuridad en adultos, niños y bebés.

¿Por qué nos afecta el cambio horario?
Todos estos síntomas tienen su origen en la intensidad de la luz del día, que influye directamente en nuestros ritmos circadianos, en los niveles de serotonina (que sufren una caída ante la ausencia de luz) y la secreción de melatonina (que es liberada en respuesta a la oscuridad).

El cambio de hora en bebés y niños
Los niños también sufren las consecuencias del cambio horario y la falta de luz. Adaptarse al nuevo ritmo de sueño y de comidas les costará unos días, sobre todo a los peques de 0 a 3 años.
  1. Para ayudar a los bebés lactantes a adaptarse, basta con adelantar cada toma diez minutos cada dos o tres días.
  2. Con los niños que ya van al colegio también habrá que hacer una adaptación gradual de la hora de irse a dormir Hay que tener en cuenta que durante unos días pueden estar más irritables y menos concentrados.

Los adultos también nos podemos poner tristes
Los días más cortos y las noches más largas afectan directamente a nuestra personalidad. Algunas personas tienen dificultades para conciliar el sueño y para despertarse durante unos días. Además, debido al menor número de horas de luz, 7 de cada 10 personas afirman que se sienten más tristes. También podemos sentirnos más irritables y ariscos. Afortunadamente, los efectos pasan en pocos días.

Para superar esta tristeza invernal, los expertos aconsejan deporte, ocio, aire libre y luz. Así que los niños que se pongan sus zapatos Sandy y vayamos a jugar y a movernos para tener un mejor invierno.




miércoles, 9 de octubre de 2013

Consejos para proteger a los niños del frío

Durante los meses de frío, muchas madres se preguntan cómo deben proteger la piel de sus hijos, si es bueno seguir saliendo con ellos a la calle o qué tipo de alimentación es más adecuada.


El frío, el viento y el sol pueden dañar la piel de los niños, especialmente la de los bebés. La sequedad del ambiente puede provocar irritaciones y grietas en la piel, y por eso es fundamental mantenerla bien hidratada, especialmente si la piel de tu hijo es muy seca.

Sin embargo, no por ello hay que dejar de salir a la calle con los niños, sino al contrario: es bueno seguir recibiendo aire fresco y sol, y basta evitar los cambios bruscos de temperatura, salir bien abrigados, y proteger la piel adecuadamente. Un paseo diario a media tarde es sano y muy recomendable, pero siempre bien abrigados y, cuando el frío sea muy intenso, con accesorios como gorros, bufanda y guantes. ¡No olvides que los zapatos son muy importantes! Aunque las sandalias y zapatos descubiertos se les vean muy bonitos, mejor guárdalas y ponles zapatos cerrados como botas o con agujetas para asegurar que abriguen bien el pie de los pequeños. Sandy ofrece en sus líneas Joy y Primpass botas que ayudarán a la correcta formación de su pie así como vistosos diseños que las hará ver increíble, y para los niños puedes encontrar en la marca Brio el calzado idóneo para esos días de paseo al parque o de campamento. 

En cuanto a la alimentación, esta tiene mucha más importancia de la que pensamos a la hora de evitar enfermedades y resfriados típicos de los meses de frío. Si nuestro bebé aún está en época de lactancia, la lecha materna estimulará su sistema inmunológico y le protegerá frente a muchas afecciones. Si ya toma sólidos, su dieta debe incluir frutas y verduras ricas en vitamina A y C, además de pescado y leche. En definitiva, una alimentación saludable y equilibrada nos ahorrará muchos resfriados.