Durante los meses de frío, muchas madres se preguntan cómo deben proteger la piel de sus hijos, si es bueno seguir saliendo con ellos a la calle o qué tipo de alimentación es más adecuada.
El frío, el viento y el sol pueden dañar la piel de los niños,
especialmente la de los bebés. La sequedad del ambiente puede provocar
irritaciones y grietas en la piel, y por eso es fundamental mantenerla bien hidratada, especialmente si la piel de
tu hijo es muy seca.
Sin embargo, no por ello hay que dejar de salir a
la calle con los niños, sino al contrario: es bueno seguir recibiendo aire
fresco y sol, y basta evitar los cambios
bruscos de temperatura, salir bien abrigados, y proteger la piel
adecuadamente. Un paseo diario a media tarde es sano y muy recomendable, pero
siempre bien abrigados y, cuando el frío sea muy intenso, con accesorios como gorros, bufanda y guantes. ¡No olvides que los zapatos son muy importantes! Aunque las sandalias y zapatos descubiertos se les vean muy bonitos, mejor guárdalas y ponles zapatos cerrados como botas o con agujetas para asegurar que abriguen bien el pie de los pequeños. Sandy ofrece en sus líneas Joy y Primpass botas que ayudarán a la correcta formación de su pie así como vistosos diseños que las hará ver increíble, y para los niños puedes encontrar en la marca Brio el calzado idóneo para esos días de paseo al parque o de campamento.
En cuanto a la alimentación, esta tiene mucha más
importancia de la que pensamos a la hora de evitar enfermedades y resfriados típicos de los meses de frío. Si
nuestro bebé aún está en época de
lactancia, la lecha materna
estimulará su sistema inmunológico y le protegerá frente a muchas afecciones.
Si ya toma sólidos, su dieta debe incluir frutas y verduras ricas en vitamina A y C, además de pescado y
leche. En definitiva, una alimentación saludable y equilibrada nos ahorrará
muchos resfriados.
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