lunes, 15 de febrero de 2016

¿Cómo elegir la escuela de los niños?

Es la pregunta que se hacen muchos padres cuando se acerca el periodo de preinscripción para las escuelas infantiles o se plantean la reincorporación al trabajo.

Para tener la garantía de que dejamos a nuestros hijos en buenas manos, el primer requisito es que la guardería que elijamos esté bajo los controles municipales. Si no es así, podemos encontrarnos con sorpresas desagradables: personal escaso y no calificado, aulas masificadas, comidas sin controles sanitarios, menús que no responden a las necesidades nutritivas de los más pequeños, falta de higiene, instalaciones peligrosas para niños de estas edades

Tener un proyecto educativo
La Educación Infantil (de 0 a 6 años) es la primera etapa educativa. La idea de la guardería como un «cuida niños» ha quedado atras.
Debemos elegir centros que tengan un plan educativo que potencie las capacidades de los niños desde las edades más tempranas y no meros planteamientos asistenciales.

  • La escuela infantil debe disponer de instalaciones buenas y seguras
  • El edificio de la escuela debe contar con pocas plantas y accesos fáciles.
  • El patio exterior debería ser de uso exclusivo de la escuela infantil (no compartido con niños de etapas superiores) y estar perfectamente cercado. Su tamaño no debería ser inferior a 75 m² y ha de disponer de elementos de juego seguros, zonas de arena y espacios con sombra.
  • Conviene que cuente con una sala interior (de unos 30 m² como mínimo) para actividades diversas: desde los recreos en los días de lluvia a las clases de psicomotricidad, las fiestas infantiles o charlas para los padres de los alumnos.
  • La escuela ha de contar con todas las medidas de seguridad necesarias: enchufes protegidos, interruptores de luz lejos de las manitas de los niños, topes en las puertas para evitar que puedan machucarse los dedos, etc.
  • El aula debe tener luz natural y una correcta ventilación.
  • Las clases del primer ciclo (0-3 años) conviene que tengan una superficie mínima de dos metros cuadrados por niño.
  • Debe contar con aseos adaptados al tamaño de los niños y con un espacio de sueño apartado de la zona de juegos.
La escuela infantil necesita personal y servicios especializados
  • El personal que atiende a los niños de 0-3 años necesita tener la titulación de educador. Para los 3-6 años, han de ser maestros con la especialidad de Educación Infantil.
  • Cada grupo de niños deberá tener su tutor de referencia, aunque este cuente con la colaboración de otros educadores de apoyo.
  • Muchas escuelas infantiles cuentan con Equipos Psicopedagógicos de Atención Temprana. Suelen estar formados por psicólogos, pedagogos, logopedas, maestros y trabajadores sociales. Orientan la labor pedagógica de la escuela y apoyan a los niños con necesidades educativas especiales, a sus educadores y a sus familias.
  • El centro debe contar con posibilidad de horarios ampliados (es decir, asegurarnos de que se ajustan a nuestras necesidades laborales) y cocina propia (suele ser mejor que un catering externo).
Y además... Visita las guarderías y pregunta todo lo que se te pase por la cabeza
  • Antes de decidirnos hay que visitar la escuela elegida para evitar sorpresas desagradables. Por muy bien que nos hayan hablado de ella vecinos o amigos que lleven a sus hijos, nuestra información debe ser de primera mano.
  • Por miedo a parecer pesados, dejamos de preguntar muchas cosas que nos inquietan: ¿Dónde dormirán la siesta?, ¿quién les cuida en el patio?, ¿les cambiarán la ropa si se manchan?... Es bueno anotar todas las dudas que se nos ocurra, para que al llegar a la guardería no se nos olvide preguntar nada.
  • Es fundamental que demos la máxima información sobre nuestro pequeño. Así, cuando empiece a ir ya le conocerán y sabrán sus costumbres y preferencias: duerme la siesta con chupón, no le gustan las papillas porque le encanta masticar... Todo esto se hace en una entrevista con su educador antes de comenzar el curso.

Aunque pensemos que nadie cuidará mejor que nosotros a nuestro hijo, hay que ir con espíritu abierto desde el primer día. Debemos darles un voto de confianza y no pensar que somos bichos raros por estar llenos de dudas y temores: es lo normal al comienzo de la escolarización.

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