viernes, 19 de julio de 2013

Pies: 26 huesos articulados que debemos cuidar.


Dan patadas al balón, intentan bailar de puntitas, trepan por los árboles... ésta es la mejor prueba de que todo su cuerpo crece y se desarrolla con normalidad: su musculatura, la formación ósea, las funciones motoras. Y también sus pies, un conjunto de ligamentos, tendones, fascias, músculos y nada menos que 26 huesos articulados entre si y que aún se encuentran en proceso de formación. De hecho, los huesos del pie son los que más tardan en osificarse: el escafoides no se formará hasta los 4 o 5 años, y el calcáro, comúnmente conocido como talón tardará aún más: hasta los 8, 9 10 o incluso 11 años pueda no encontrarse totalmente formado. ¿Y esto qué significa? que hay que cuidarlos y fomentar su correcta movilidad. Con estos ejercicios los niños fortalecerán sus pies mientras se divierten.

El pintor
¿Qué pasa si en lugar de dibujar con las manos, lo hiciera con el pie? Aunque puede ser que tu hijo no logre ninguna obra de arte, seguramente se divertirá mucho más, y además ganará control y flexión en sus pies.

El leñador
Con un trozo de tronco pequeño, tu niño prueba un juego nuevo: ponerlo debajo de uno de sus pies y hacerlo rodar hacia adelante y hacia atrás. Así estará potenciando la formación de la huella plantar: todos nacemos con el pie plano, esto va corrigiéndose solo, y normalmente hacia los cuatro años ya tenemos marcado el puente. Con esta simple actividad se agiliza el proceso.

El avión
¿Qué es lo primero que hace un niño cuando simula ser un avión? Seguramente extienda sus brazos y revolotee por toda la casa. Este ejercicio es diferente, esta vez son sus pies los que hacen las alas. El pequeño nos enseña cómo las abre y las cierra: boca abajo sobre el suelo, separa los talones y vuelve a juntarlos tantas veces como el pequeño quiera. Así potenciará la musculatura del tobillo.

Los diminutos
Dibujar unas caras sonrientes en los dedos de los pies es ya divertido de por si. Lo siguiente es que sus deditos cobren vida propia interactuando entre ellos: haciendo la ola, escondiéndose, volviendo a aparecer... con ello se gana movilidad y se evitan contracturas.

El masajista
¿A quién no le gusta un masaje en la espalda? Ahora puede darlo tu pequeño usando una nueva técnica: la presión plantar, es decir, el masaje con los pies. También puede improvisarlos con un amigo. Con este juego no sólo se divierten, también están favoreciendo la propiocepción del pie, o lo que es lo mismo, la capacidad de su cuerpo de ubicar sus articulaciones y el estado de los músculos (tensos, relajados, etc.)

Para todos estos juegos, Sandy Joy es un gran amigo ya que sus punteras cerradas y redondeadas dejan el suficiente espacio para mover sus deditos, además de estar hechos con materiales naturales y flexibles, pero a la vez con la firmeza necesaria en los tobillos para brindar estabilidad a su pequeño pie.   

viernes, 12 de julio de 2013

El divertido juego de aprender de los niños

Jugando aprendemos
El aprendizaje en los niños es algo maravilloso ya que su falta de experiencia la compensan con imaginación e interés por explorar el mundo. Por ejemplo los niños de dos años pueden aprender muchísimas cosas, más de las que te imaginas siempre que les ofrezcas la oportunidad, porque aunque su capacidad de atención es disminuida ellos aprenden mucho más a través del juego y de actividades sencillas y prácticas. A continuación te mencionamos algunos ejemplos.

Colores: en este año aprenden casi todos los básicos y algunos complejos, como el marrón o morado. Una buena idea es la costumbre de nombrarle todos los objetos acompañados de una cualidad. "Mira, un perro negro-flaco", la que te parezca más evidente, la que esté aprendiendo.

Números: unos aprenden hasta el diez, otros hasta el seis (número de su casa), otros hasta el cinco. Si los repites pueden registrarlos casi todos, al principio algo desordenados: "Uno, tres y cinco", grita. Como en el caso de las palabras, no hay que corregirlos, solo que los pronuncien bien.

Palabras: Luisito pasea en el parque con su mami. Cuando ella dice: "Mira, agua", Luisito la corrige con sutileza: "Un charco". Esta etapa conlleva una gran explosión en el área del lenguaje. Si utilizas un vocabulario rico y apropiado, tu pequeño lo aprenderá de manera natural.

Cantidad: comprenden qué es una cosa, dos y hasta tres, pero no cuando son más de cuatro. Si le muestras una bolsa de caramelos y le pides que tome dos, lo hará; pero si le dices que tome cinco tomará un puñado. Entienden, el concepto de uno y dos frente al de pocos y muchos.

Objetos: grande-pequeño, fuerte-suave... Las lecciones básicas de Plaza Sésamo son ideales a esta edad. Les encanta explorar opuestos. La moto de Daniel se hace "grande" o "pequeña". La pequeña hace "piiii" y la grande hace "rumm". Grande-pequeño, fuerte-suave, alto-bajo, delante-detrás.

Dentro del apartado de los objetos también está su ropa, ellos ya relacionan los colores y figuras de las prendas con objetos e incluso con personas. Un juego excelente para ellos es tomar uno de sus zapatos y quitarle las agujetas, después enséñale cómo es posible pasarlas nuevamente por los ojillos y déjalos que ellos continúen, pasarán un buen rato jugando con sus zapatos y al mismo tiempo se familiarizarán con su entorno. 

Sandy Primpass es una excelente recomendación en esta edad ya que combina soporte, protección y vistosos diseños para acompañar a los niños en esta maravillosa etapa.