Jugando aprendemos
El aprendizaje en los niños es algo maravilloso ya que su falta de experiencia la compensan con imaginación e interés por explorar el mundo. Por ejemplo los niños de dos años pueden aprender muchísimas cosas, más de las que te imaginas siempre que les ofrezcas la oportunidad, porque aunque su capacidad de atención es disminuida ellos aprenden mucho más a través del juego y de actividades sencillas y prácticas. A continuación te mencionamos algunos ejemplos.
Colores: en este año aprenden casi todos los básicos y algunos complejos, como el marrón o morado. Una buena idea es la costumbre de nombrarle todos los objetos acompañados de una cualidad. "Mira, un perro negro-flaco", la que te parezca más evidente, la que esté aprendiendo.
Números: unos aprenden hasta el diez, otros hasta el seis (número de su casa), otros hasta el cinco. Si los repites pueden registrarlos casi todos, al principio algo desordenados: "Uno, tres y cinco", grita. Como en el caso de las palabras, no hay que corregirlos, solo que los pronuncien bien.
Palabras: Luisito pasea en el parque con su mami. Cuando ella dice: "Mira, agua", Luisito la corrige con sutileza: "Un charco". Esta etapa conlleva una gran explosión en el área del lenguaje. Si utilizas un vocabulario rico y apropiado, tu pequeño lo aprenderá de manera natural.
Cantidad: comprenden qué es una cosa, dos y hasta tres, pero no cuando son más de cuatro. Si le muestras una bolsa de caramelos y le pides que tome dos, lo hará; pero si le dices que tome cinco tomará un puñado. Entienden, el concepto de uno y dos frente al de pocos y muchos.
Objetos: grande-pequeño, fuerte-suave... Las lecciones básicas de Plaza Sésamo son ideales a esta edad. Les encanta explorar opuestos. La moto de Daniel se hace "grande" o "pequeña". La pequeña hace "piiii" y la grande hace "rumm". Grande-pequeño, fuerte-suave, alto-bajo, delante-detrás.
Dentro del apartado de los objetos también está su ropa, ellos ya relacionan los colores y figuras de las prendas con objetos e incluso con personas. Un juego excelente para ellos es tomar uno de sus zapatos y quitarle las agujetas, después enséñale cómo es posible pasarlas nuevamente por los ojillos y déjalos que ellos continúen, pasarán un buen rato jugando con sus zapatos y al mismo tiempo se familiarizarán con su entorno.
Sandy Primpass es una excelente recomendación en esta edad ya que combina soporte, protección y vistosos diseños para acompañar a los niños en esta maravillosa etapa.
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